Una huella por seguir

Existen espíritus audaces que se aventuran a buscar rutas nuevas para llegar a sus metas, ellos hacen camino.

Los hay que prefieren la seguridad de la senda marcada, pero buscan maneras distintas o novedosas de transitar, ellos transforman.

Otros en cambio, aprovechan la experiencia de quienes ya han pasado por ahí y ahorran tiempo, recursos y esfuerzo que después canalizan para llegar mas allá de los destinos conocidos, ellos abren nuevas fronteras.

Todos ellos tienen algo en común, tienen un sueño por conquistar, una meta que alcanzar, un lugar a donde quieren llegar. (Un Sueño por Conquistar - Descargable)

Sin embargo también los hay que no se mueven, los que no se atreven a descubrir las sorpresas que la vida les puede ofrecer, los que no se animan a ir mas allá de la seguridad del espacio en donde están.

En este artículo, mi objetivo es invitarte a la reflexión sobre la importancia de hacer camino, de aprovechar la experiencia acumulada no solo para sentirnos bien y por la propia autoestima y motivación personal que desde luego es algo indiscutiblemente importante, sino también para influir positivamente en la motivación de otras personas, de nuestros seres queridos, de quienes vienen detrás nuestro, de quienes nos rodean.

Hagamos caminos nuevos, invitemos al recorrido; si encontramos problemas, pongamos flechas y señales para evitar que otros tropiecen o cometan los mismos errores, marquemos sendas seguras.

Pero sobre todo... fijemos rumbo, establezcamos metas, dejemos una huella que seguir y démonos la oportunidad de disfrutar la maravillosa sensación de llegar.

“No hay nada tan deshonroso como un viejo cargado de
años, que no pueda ofrecer más que su edad como
prueba de haber vivido mucho”… Séneca.

Hoy y siempre, te deso lo mejor de lo mejor.